lunes, febrero 27, 2006
Imagen y semejanza
Han sido mucho los argumentos que se han dado cita en la larga polémica de las caricaturas de Mahoma. Expertos y tertulianos se han enzarzado en un sesudo debate sobre los límites de la libertad de expresión y el respeto a otras culturas. Se trata, hay que admitirlo, de un debate gratificante: permite a los opinadores sentirse abiertos y tolerantes.
Los hechos, desde luego, van por otro camino. El más obvio es éste: las religiones son supersticiones absurdas que conllevan conductas absurdas. Todo lo demás son circunloquios.