domingo, abril 03, 2005
Terapia
Llegado el momento, un jazz delicioso le curó todos los males.
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Sueño despierto con vivir esa sensación (una vez más). Cuando uno se enfrenta a su jaula-rata-prisión, se da cuenta que la única escapatoria posible pasa por el suicidio.
Se sacrifican los amigos, la familia, los sueños, uno a uno, 'no, a mí no', 'házselo a él'. 'Arráncale los ojos y desollalo vivo' lloriqueas, 'pero a mí déjame'.
Y así dejas las ilusiones, y las alegrías, y la poca dignidad que una vez tuvimos en el bolsillo.
¿Y si un día un ritmo de jazz envolviese a la angustia y la hiciera desaparecer?
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Se sacrifican los amigos, la familia, los sueños, uno a uno, 'no, a mí no', 'házselo a él'. 'Arráncale los ojos y desollalo vivo' lloriqueas, 'pero a mí déjame'.
Y así dejas las ilusiones, y las alegrías, y la poca dignidad que una vez tuvimos en el bolsillo.
¿Y si un día un ritmo de jazz envolviese a la angustia y la hiciera desaparecer?
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: 6:26 p. m.
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